El orgullo de Roger de Llúria

Un blog perico desde la lejanía

lunes, abril 11, 2011

Un punto para curar heridas

Llegaba un partido que tenía importancia para ambos clubes pero que, con el paso del tiempo, pareció ser el idóneo, al menos para los técnicos Djukic y Pochettino. Con este empate a cero, infructuoso desde fuera para aficionados de uno y otro equipo, ambos entrenadores buscaron recuperar la psique de sus futbolistas a fuerza de no arriesgar. El empate permite al entrenador balcánico seguir sin perder en los dos partidos que ha entrenado al Hércules, ha logrado que el equipo mantenga la puerta a cero(casi lo logró en Anoeta si no fuera por el gol donostiarra en los últimos instantes); para el técnico argentino se rompe un poco la trayectoria negativa fuera de Cornellà. Ambos entrenadores lograron que los equipos se reforzara anímicamente. Está claro que la victoria habría servido para cualquiera de los dos rivales para dar un salto mayor mas parecía que, como un médico cualquiera, ambos entrenadores buscaron cuidados poco arriesgados. Sólo hay que imaginar que hubiera pasado si el Hércules hubiese perdido el tercer partido consecutivo en casa o que el Espanyol cayera por quinta vez consecutiva. Ambos sumaron un punto-el Hércules buscó con poco éxito el 1-0 al final del encuentro-y acabaron conformes. A una semana vista, el punto servirá para algo si granotas y colchoneros caen en los encuentros de la próxima semana ante rivales de su liga, la de la permanencia o la del descenso.


Ambos contendientes intentaron salir a por la victoria desde el principio pero con escaso acierto y poco peligro para los cancerberos. Parecía que la primera parte se iba decantando de parte perica pero el Hércules, con el paso de los minutos se acercaba tímidamente a la meta defendida por Kameni, que tuvo que estar pendiente de los lanzamientos desde fuera del área grande. En sí, ambos pudieron irse al vestuario con ventaja en el marcador ya que Portillo por parte local, con un remate que paró el guardameta camerunés, y Osvaldo tuvieron las ocasiones más claras en los primeros cuarenta y cinco minutos. Pero con el paso de la primera parte hubo un protagonista que empezó a coger un protagonismo ex-aequo con su compañeros del colegio gallego: Iglesias Villanueva empezaba a desquiciar con medidas irracionales por no hablar de ambos linieres que estuvieron desacertados. En un estado de nervios considerable, cualquier jugada en las áreas era criticada aparte de la elección a la hora de mostrar las amonestaciones. En la segunda parte, lo único remarcable fue la jugada de Osvaldo, anulada por un fuera de juego considerablemente dudoso cuando se mira con detenimiento, mientras, en la otra área, Valdez tuvo un remate que fue a la cruceta(ni poste, ni larguero). El Espanyol se acercaba cada vez menos al área herculana y normalmente era finiquitada por el linier de preferente mientras el Hércules buscaba el 1-0 pero también con una mirada atrás para que no se le cogiera en un ataque letal. Sin precisión herculana por una parte y con ganas de terminar el encuentro por otra parte, finalizaba un encuentro que sólo dejó satisfechos a los dos entrenadores.