El orgullo de Roger de Llúria

Un blog perico desde la lejanía

sábado, febrero 10, 2007

Perder dinero

Es curioso pero estamos a vuelta con lo mismo. Ya sé que a nadie le gusta perder dinero por seguir en un equipo o ganar más pero, a veces, hay cuestiones más importantes como terminar bien la trayectoria. Está claro que la diferencia entre lo que vaya a ganar De la Peña en el Espanyol y otro equipo no puede ser muy grande, pero de serlo, hay aspectos a mirar muy bien. Muchos jugadores, creyendo que era su contrato de la vida, se equivocaron de camino y apostaron por irse allá donde eran seguidos. No es un tema para criticar al cántabro: si se quiere ir, la puerta está abierta pues no se puede retener a quien no quiere estar. Ahora bien, no estaría de más que el propio Iván reflexionara sobre su vida: salió del Barcelona en el 98, destino Lazio, y no le fueron las cosas bien; Roma, Marsella,Barcelona y, de nuevo, Roma. Cuatro años que acabaron con lo que era una prometedora figura. Cuatro años en los que De la Peña jugó 36 partidos, 10 de los cuales en los últimos dos antes de recalar en el Espanyol.

Ha vivido cuatro años en los que ha recuperado su estilo de juego, su imagen ,etc. Es cierto que proteste por cierta desesperación(tres de esas cuatro temporadas fueron demasiado apuradas) en el aspecto deportivo pero, si hoy vuelve a ser el de antes es gracia a que un equipo lo reucperó del ostracismo al que le llevó una decisión crítica en aquel lejano 98. Este ejercicio, quizás demagógico, debe contar con una segunda parte que es el esfuerzo del club, dentro de sus posibilidades claro, por su continuidad.

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