El orgullo de Roger de Llúria

Un blog perico desde la lejanía

sábado, marzo 24, 2007

Diez años no son nada...y son mucho.

Jornada trigésima de la temporada 1996/97. El Espanyol, que perdió en el debut de Paco Flores ante el Deportivo de la Coruña, acude a Alicante a disputar un encuentro clave ante el Hércules, que también perdió ante el Real Oviedo en el Carlos Tartiere. La situación es tal que un empate no vale para nada para ambos rivales pues el Hércules necesita vencer para salir del puesto de colista-el terrible inicio de temporada sigue pesando lo suyo- mientras el Espanyol, en el año de la despedida de Sarrià podría sufrir un cataclismo si no sale del antepenúltimo puesto y desciende en el año del traslado a Montjuïch. El Espanyol llega a Alicante y se aloja en el Hotel Sidi San Juan(***** estrellas), desaprovecho que lo tengo relativamente cerca para ver a los futbolistas. Es un partido duro para alguien que tiene "el corazón partido" porque una derrota hunde a uno de mis equipos pero, como he dicho antes, el empate es nocivo para ambos.

El domingo 23 de marzo amaneció con unas nubes que pronto se disiparon para dar lugar al sol levantino característico. La noticia llegó con el mediodía: José Antonio Camacho, el entrenador que hizo grande al Espanyol pocos años ha, volvía al club perico para capitanear el proyecto del siguiente año.

Llega la hora del partido. Acudo a mi asiento en la grada del Mundial-o grada Tejero por su forma de tricornio...y estrenada para el Mundial-82 el año antes- No volvía a esa grada desde hacía 12 años y no me acordaba que tuviera tantos escalones. Me senté y se dio la circunstancia de que estaban presentes algunas aficionados pericos, aparte de la tradicional presencia espanyolista en lo que los herculanos llamamos "el quesito", entre el fondo sur ya la grada preferente, donde se sientan las aficiones rivales organizadas.

El inicio es vertiginoso en el primer encuentro retransmitido por PPV. El Hércules, quizás más necesitado, se coloca por delante después de un fuerte disparo de Diego López que Toni no alcanza a parar. El 1-0 era un buen resultado para salir de abajo pero todo se torció en el minuto 39: un contrataque de Raducioiu acaba con una salida torpe de Peter Rufai que acaba atropellando al rumano fuera del área. El cancerbero nigeriano era expulsado.

El Hércules se encontraba con un resultado positivo y una perspectiva terrible: un jugador menos y un rival que dolido por el amor propio estaba obligado,sí o sí, a remontar. El empate llegó a la media hora tras un remate de Luis Cembranos. El odiado empate estaba en todo lo alto y sin perspectivas de más. En aquel momento, Tamudo estaba ya sobre el terreno de juego. A mis oidos llegaba cierto cachondeo sobre el apellido de aquel pipiolo que debutaba en el Rico Pérez: ta mudo y demás comentarios que pronto acabaron acallados: balón que coge por la banda y levantaba una preciosa vaselina que Miguel Marí observa tras una media salida. Era el minuto 89. El Hércules recibía un varapalo del que, afortunadamente, se recuperó con dos victorias consecutivas ante Racing y Real Sociedad mientras que el Espanyol iniciaba la senda de la salvación, de mano del delantero de Santa Coloma. Luego llegó el tanto ante el Real Oviedo.

Luego, el resto de su carrera ya se sabe. Pero me queda el gusto de ver debutar en directo y en la grada, a Raúl Tamudo.

Sus números están ahí y cuánto más se tarde en superarlos, más grande será la gesta que el hábil delantero.

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4 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Lo que pudo fallar Raducioiu esa tarde, madre mía.

5:28 a. m.  
Blogger -23-oca_008 said...

Ostras, y tu, con quién ibas, Fernando?

7:42 p. m.  
Blogger Emilio said...

Un día duro para un perico herculano sin duda.

8:35 p. m.  
Blogger Josep Maria said...

Fernando: yo tengo que reconocer que aquella segunda parte no pude soportarla y me fui a pasear esperando acabara el encuentro, y los dejé con 1-0 a favor del Hércules. Después de Leverkusen, del descenso de Mallorca, los penaltys de Malaga, los apuros en las últimas jornadas con Pardo de pte., el nuevo descenso frente al Ràcing, aquella temporada ya se me hizo bastante sufrida. Y aquel partido en concreto no lo oí por la radio. Luego, la alegría cuando me lo contó mi padre (qepd) que habiamos ganado y que habia marcado el chico que se habian llevado del B, pues imagínate la alegria.
Saludos con todo mi sentiment perico.

8:22 p. m.  

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