Burla macabra

Lo del 4-0 en la Nueva Condomina se puede denominar así. Una burla que no es la primera vez que ocurre en los últimos tiempos: aquel resultado idéntico se dio en Tarragona hace poco más de un año ante un equipo que ya tenía pie y medio en segunda. Un resultado de los que te bajan el ánimo de golpe.En aquella ocasión, el Espanyol fue en ayuda de Paco Flores y, en esta ocasión, de Javier Clemente...como hace poco en favor de Lotina. Como se dice: "de bien nacidos es ser agradecidos"...aunque de esta forma, no hacía falta.

Lo de burla es un juego de palabras.Me explico: como vivo en Alicante, y Murcia está a menos de 100 kilómetros, quise aprovechar la visita a la ciudad del Segura para ver la procesión conocida como la de los Salzillos y que se puede disfrutar el viernes santo, por la mañana. Quien haya estado en Murcia habrá visto esos tambores sordos y esos carros-bocina; es lo que se llama, "burla" ...y de ahí el título al que era sencillo ponerle el adjetivo.

Afortunadamente, había decidido abandonar Murcia esta mañana porque ir al estadio se veía muy complejo: 40 euros de entrada...con boda dentro de una semana, no tener coche con lo ir al nuevo estadio era como una aventura....y porque algo me decía que lo de hoy iba a ser diferente.

La pena era que el equipo rival se enchufó muy pronto. Ayer, mientras cenaba con unos amigos en un sitio cerrado escuché como un aficionado local despotricaba de su equipo y daba por hecho que el Espanyol iba a barrer al Real Murcia-el resultado que vaticinaba es doloroso después de cómo se ha perdido-; por desgracia, el equipo local salía enchufado y logró los tantos que facilitaron que los presumibles estados de crisis de la afición local no salieran a flote.

En una semana de pasión murciana, el equipo local resucitó a costa de un Espanyol al que el sonido de la "burla" aturdió de principio a fin.