España...y Espanyol

Quién más y quién menos recuerda las gestas españolas en el deporte, aquel tour de Bahamontes o de Ocaña, algún triunfo en el boxeo. Todo se basaba en ramalazos tintados de épica que hacían vender periódicos. Eran distantes en el tiempo pero la espera valía la pena. Poco a poco, el deporte español se va estabilizando en sus logros: sobrevivimos a la dura pregunta sobre el supuesto sucesor de Indurain, el tenis iba más allá de los Sánchez Vicario(salvo en el tenis femenino).

¿Saben cuando supe que España iba a ganar algo gordo en fútbol?. Cuando el Espanyol ganó sus dos copas del Rey. Y eso sin contar sin pericos en la convocatoria de la fase final de 2008. Una diminuta parte de la Eurocopa pertenece anímicamente a los pericos a través de esos goles de Aarhus, en Dinamarca, cuando apuntalaron entre Tamudo y Riera, la clasificación española. Con todo, cuando el Espanyol ganó sus competiciones supe que la trayectoria de la selección iba a ir en esa senda.

Todo se debe a un extraño y absurdo paralelismo: tanto el deporte español como el propio conjunto perico lograban sus gestas de uvas a peras, lo hacían por las bravas. Con la mejora en el deporte nacional, se ha percibido una mejora similar en el Espanyol: en una década hemos ganado dos copas del rey, hemos llegado a una final de la UEFA, hemos ganado en el Camp Nou y hemos salvado la categoría a lo grande: en ocho jornadas revirtieron los puntos desventaja y acabamos a cinco por encima del descenso.

¿Cuándo soñaremos con un título de Liga? Sólo es cuestión de ver como mejora el deporte nacional para creer que nosotros iremos, al igual que ellos, en ascenso. Eso sí, cuando dejemos de palmar cuando ronda la palabra UEFA por nuestros labios...habremos dado un gran paso.