Otro match-ball

El fútbol es así, no se puede cambiar porque es intrínseco al deporte de competición: cuando las cosas van torcidas, la solución debe ser drástica. Me duele por Valverde pues en mi mente, aunque ya algo difusos, quedan los recuerdos de sus incursiones en el área, sus goles pero,por desgracia, el animo no es el mismo. Todos esperábamos que la llegada del "Txingurri" viniera acompañada de un fútbol marcadamente ofensivo-no basta con querer el control del balón y generar ocasiones- pero lo que ha venido es un técnico que aún le faltan horas de experiencia en los banquillos.

Parte de la culpa de lo que pasa al Espanyol la tiene él, insisto, por no insuflar de nuevos bríos a los jugadores, de no hacerles creer que son mejores de lo que son y puedan rendir más del 100% en el juego; otra culpa le acecha y es la de aceptar lo que ha venido de la secretaría técnica, nada afortunada, por cierto- Rufete ya estaba en declive en el Valencia, Moha no es un jugador que marque diferencias, Velasco y Peixoto son burlas del destino-; por último, el principal responsable es quien ha gestionado mal las cuentas de un equipo tradicionalmente "quebradizo". Ayer leía un libro sobre la historia de España del Siglo XVII y veía como el imperio se perdía en conflictos y mala gestión, lo que provocaba que el rendimiento cada vez era peor que en la batalla anterior; en el Espanyol, ahí no es culpa de Valverde por no contar con mucho presupuesto para determinados fichajes punteros.

Mañana será el siguiente match-ball y, como hace siete días, la misma historia: victoria y salvación, derrota y cese y, por último, empate y dudas excesivas ante tanto resultado de X

Apunte. No soy partidario de apuestas deportivas en Internet pero hay una página que daba 3,20 € por el empate del Espanyol y 2,7/2,85 por victoria de cada uno...ignorando que el Espanyol llevaba cinco empates consecutivos.