Leverküssen, la lección

Durante semanas, meses, años se ha dicho que recordar lo de Leverküssen era negativo por lo que suponía revivir una noche que cualquier espanyolista borraría de la cabeza desde el penalty que lanzó Losada.

Sin embargo, siempre se dice que se aprende más de los fallos que de los aciertos. Leverküssen ejercerá desde hoy mismo hasta el próximo jueves su faceta positiva: la de aprender que no todo está hecho, que el resultado es maravilloso pero que no puede dar lugar a un optimismo exagerado. Tenemos el pase a la final más cerca pero no lo tocamos aún; la miramos y sólo nos queda darle la espalda durante 90 minutos para mirar a los ojos de quienes, enfurecidos en la rabia y en la humillación, querrán apartar al Espanyol del camino de Glasgow. Si el marcador confirma finalmente la superioridad perica, será el momento de celebrarlo.

Eso sí, la presencia de Valverde en el banquillo servirá para recordar a los jugadores aquellos días y dejarles bien claro que aún no se ha terminado todo y que en Alemania habrá que luchar como se hizo en su día en Lisboa.