¿Bonito espejismo?

Ayer se vio, muy posiblemente, la actitud más deseada por la afición. Una tensión, una intensidad que, el domingo ante el Real Valladolid, nos dirá si fue "flor de un día" lo de ayer o es una realidad basada en la lucha como anticipábamos hace dos días, resucitar aquel fútbol aguerrido para ir cogiendo confianza y dejar que la eficacia empiece a coger forma.

Dejar al Barcelona con apenas 4-5 tiros en todo el partido...ni una sola parada de un Carlos Kameni que, aburrido, se llevó los aplausos con ese regate a Leo Messi,es algo digno de ser valorado positivamente aunque, como hemos comentado antes, lo importante es que sea continuado y no motivado por ser el Barcelona el rival de turno. No fue un 0-0 como los que veíamos en el Camp Nou fruto de un partido "muy largo", un asedio constante que el portero camerunés paraba en sus mejores encuentros; el de ayer se movió más por el 1-0 que por el 0-1 que, sólo al final pareció tímidamente, más por el cansancio de los jugadores pericos que por otra cosa(un mundo entre Román y Lola)pero las triangulaciones, las apariciones de Sergio Sánchez por la banda dan una buena sensación...si se repite en próximos encuentros.