Un punto más y muchas ilusiones menos
Estoy en una situación tan de cara y cruz que me da vértigo escribir aquí. A la felicidad que siento por la buena campaña de mi otro equipo en la segunda división(Grada Preferente), me acompaña cierta desolación por la trayectoria perica en esta temporada-mejor dicho fatídico 2008- cuando habíamos vivido grandes momentos que parecía que iban a ser algo más normal- un equipo que con cierta frecuencia nos regalaba una Copa del Rey o una clasificación para la UEFA- pero no. Al igual que en 1988, la derrota en la UEFA nos ha afectado(ya se puede ir borrando todo el optimismo generado por la bonita forma de resistir en Glasgow) de tal manera que volvemos a ver a una vieja "amiga" a la que hace década y media que no visitamos.
El título no es engañoso(sé que perdimos, no empatamos) pero es una referencia a aquella 2003/04 iniciada por Clemente y seguida por Luis Fernández. Nos fuimos a Navidad con unos vergonzosos 8 puntos en 17 jornadas y con pie y medio en segunda-ya se rozó en la temporada pasada el descenso pero se salvó a falta de dos jornadas- y con la puesta vista en dos partidos para creer en algún milagro. Dos victorias(Mallorca en Montjuïch y el Real Murcia en La Condomina)colocaron a los pericos con 14 puntos y con una segunda vuelta con obligados números de salvación. Una cifra que es inferior en un punto a los 15 con los que ha acabado la primera vuelta de esta 2008/09 con unos visos terribles, demoledores por lo que podría implicar estrenar el estadio en 2ª División(aunque supongo que se estrenará en las últimas jornadas de esta temporada).
Aquel Espanyol de dos jóvenes Tamudo y De la Peña, unidos a los refuerzos Hadji y Raducanu y el resto de jugadores, sumó 28 puntos y bien pudieron evitar los jugadores el sufrido encuentro ante el Real Murcia de haber ganado en Son Moix después de ir 0-2. La salvación se fue cimentando en la creencia de que se salvarían mas este año no se ve ningún espíritu.
Como indicaba al principio, no es fácil escribir cuando todo es pesimismo. Incluso quise creer en alguna señal cuando el 2-2 ante el Almería fue en el 94'. Ayer se demostró que fue un cruel espejismo y que este Espanyol sufre de una dolencia extraña para el que ya no funcionan medidas extremas: el cirujano Márquez le dio el muerto a Mané, que tampoco ha logrado revivirlo...y nadie podría hacerlo, me temo.
Por mi parte, poco más que escribir hoy. Suelo creer en lo negativo para alegrarme si no se da(descenso) o "ser más fuerte" cuando ocurra lo que se avecina.
Lo que sí estoy seguro es que la afición del Espanyol, la de verdad, seguirá siendo la que es y mostrará que no es fácil ser perico hoy, que se puede ser objeto de burla(noticia del Facebook)pero ello nos hace más fuertes.
Forza Espanyol.
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