Carta al próximo entrenador

Suele ser habitual en cada cambio de entrenador una carta de bienvenida al club. En esta ocasión no iba a ser menos.

Según las informaciones que aparecen que hoy has sido elegido para entrenar este club que casi es de locos. Aún con varios estigmas por curar, coges a un equipo que necesita empezar a creer en sí mismo desde ya. Lejos quedan los momentos bonitos -campeón de copa del rey y finalista en la UEFA- y se vuelve a recuperar el nivel de antaño. El 2008 se acabará, pronto deseamos que llegue esa uva que nos recuerde que dejó de existir este año en el tiempo.Este equipo que antes entusiasmaba es, ahora, un conjunto de futbolistas que no creen ni una pizca de su capacidad que, si bien, no es para echar cohetes, tampoco es para llevar una racha que, al igual que la del invierno pasado, mantiene los mismos argumentos y que nos acercan a ese infierno que es la segunda división.

¿Qué le falta a este equipo? Aparte de los consabidos temas estratégicos(¿se trabajaba?), físicos, éste equipo sigue sufriendo las dudas que surgieron para que se estrellase.Lo comentaba la semana pasada, se desea un técnico que les haga rugir, les anime a salir envalentonados y, sobre todo, que no haya, ni por asomo, ni un ápice de "síndrome del bajar los brazos a la primera" que sigue afectando, especialmente, desde el día del Numancia. Desde ese momento, un gol encajado era dar por perdido el encuentro como ayer o como en Santander.

¿Necesidades? Difícil valorarlo y es mejor que consigas verlo por tu cuenta. Por la mía, es que este equipo necesita una victoria como el comer y, para conseguirlo, deberá mostrar varios argumentos que les conciencie de que la victoria no es casual como en las primeras jornadas sino con claras razones para lograrlo en futuros encuentros.