Nada se pierde...

El segundo cambio de entrenador nos devuelve a otro ex jugador perico. Si se comenzó con Márquez y el recuerdo de aquel período a mitad de los ochenta, ahora es Mauricio Pochettino, el jugador emblema de los noventa y mediados de esta década, el que ocupará el banquillo.

Es cierto que el entrenador no tiene apenas experiencia pero basta que tenga ganas e ideas.Es cierto también que se desea recuperar con el argentino la etapa de Camacho o de Luis Fernández porque, hoy por hoy, lo que hace falta es insuflar coraje, garra, valentía y eso lo tenía el argentino como jugador; o sea, basta que logre convencer a esos jugadores que, en buena parte, fueron compañeros suyos de vestuario para que surja un espíritu de ir a por el esférico, al 120% porque es el único modo de salir de ahí.

En sí, no hay nada que perder puesto que, de no tener éxito, el equipo bajaría pero es que, a día de hoy, es lo que pasaría con cinco puntos de diferencia; todo lo que se logre será la salvación(otra cosa es que fuese cesado en el puesto 17º).

Ojalá recupere el ánimo de los jugadores y que, como él en el terreno de juego, los jugadores salgan a morder y no bajar los brazos.