Ciudadano Caín

No, me parece que los medios informativos de Cataluña no están próximos al Ciudadano Kane sino al Ciudadano Caín porque ese es su pensamiento cainita.

Ya sabíamos que el Barça es la "cumbre" del deporte catalán por orden institucional, el niño "mimado" de la Generalitat y el Ayuntamiento; aprovechando ese favor, actúa con desprecio hacia todo lo que no huela a blaugrana. Muchos lo vimos venir, muchos preferimos la fortaleza de los principios, la fuerza del sentimiento catalán(porque no hay que olvidar quién tiene las raíces catalanas y quién tiene las suizas)y, sobre todo, sabiendo que no es fácil ser del Espanyol; por eso, apostamos por ser de este equipo y olvidarnos del mundo que nos envuelve aunque nuestras raíces catalanas hacen que el fútbol base del Espanyol sea digno de ser valorado.

Pero a lo que íbamos: los medios de comunicación buscan dar lo que quieren los aficionados culés, en ellos no hay imparcialidad sino un vulgar bufandismo que da a creer que hay conspiraciones arbitrales contra ellos cuando, sencillamente, se han topado, por fin, con un colegiado imparcial pero ya se sabe: cuando a un niño mimado se le quita un juguete se pone rabioso y eso es lo que pasó con los futbolistas culés...pero ello no niega que si se mira se encuentran muchas ayudas. En Soria, los lloriqueos culés cabrean después de las constantes jugarretas que le hicieron los colegiados en el Camp Nou. Pero...¿qué se puede esperar de los "Urruti, t'estimo Boys"? El desprecio hacia todo lo que no sea el Barça les lleva a negar el mínimo aprecio la otra parte de la Catalunya que siente en blanquiazul, ese blanquiazul de Roger de Lluria en contraposición a los del cantón suizo de Basilea.

Hace unos veinte años era afín a El Mundo Deportivo. Durante un lustro, pasé de las 20-24 páginas de lanzamiento de flores hacia lo culé y me iba a las 2-3 páginas dedicadas al Espanyol. La TV3 apenas era interesante pero, al menos, Eduard Boet mostraba la profesionalidad deseada por todo perico e Inma Pedemonte formaba parte de mis recuerdos de aquella tele más conocida por ser la del Jordi Culé; de Catalunya Ràdio poco que decir, las dos primeras veces que la escuche "palmamos" y, desde entonces, la considero absolutamente gafe e innecesaria. Pero llegó el año 1994 y los dos diarios catalanes de deporte se hicieron insufribles de verdad; el Sport ya lo era pero el EMD, con el cambio de portada, buscó competir con aquel diario innombrable por el menor espacio posible para el Espanyol. Por medio, Tomàs Guasch acabó dando para el "espanyolismo" un espacio merecido en el AS, lo que ha llevado a dar premios a este diario por el apoyo informativo dado.

Afortunadamente, llegó una herramienta que le está dando donde se merecen estos diarios de mal gusto informativo: Internet. Los pericos hemos dejado de comprar esa mercancia defectuosa para acabar leyendo páginas pericas donde la información, positiva por las victorias o negativas desde la crítica constructiva, les hace verdaderos merecedores de ser los Ciudadano Kane de Barcelona.