El orgullo de Roger de Llúria

Un blog perico desde la lejanía

sábado, enero 23, 2010

Despertar

Hay una sensación constante que flota en el espanyolismo, algo que nos recuerda constantemente que la felicidad perica acabó ese 2 de agosto. No me extraña. Llevamos unos cinco meses que son extraños uno tras otro. Siempre hay una polémica que se ceba con nosotros y amenaza con querer rasgar esa unión tan bonita que se logró con el final de la temporada pasada. Uno tras otro han ido saliendo y cuando se acumula como en esta semana, el desánimo brota y las apuestas positivas decaen. Todos saben qué polémicas han surgido en los últimos tiemposy no hace falta recordarlas sino otros momentos. Es cuando uno quiere echar el resto y busca el recuerdo de aquella tanda en Málaga o la época de Camacho cuando se era feliz. No es una cuestión de hacerse la avestruz sino desear que las cosas vuelvan a su redil y devolvernos el orgullo que tanto damos a la hora de animar, sea en Cornellà o fuera de Barcelona, en la lejanía.

Volver a soñar con una remesa de jugadores de la cantera que emulen a los de la quinta de la Intertoto(emocionante la entrevista de la web del Espanyol a Argensó), que los extranjeros sean pocos y decisivos(Kameni, Pareja, Iván Alonso) y que, a falta de calidad técnica ante los grandes se les eche "casta" como la que faltó el día del Atlético de Madrid.Sueño con una comunidad entre el cuerpo médico y el técnico, que la directiva pueda hacer las cosas sin caer en historias como esa que denunciaba Público. Sueño un Espanyol que ponga corazón en el terreno de juego además de cabeza y capacidad de imaginación en el sentido bueno en las oficinas.