Nadar...para morir en la orilla

No pudo ser. No sé si el club está gafado, ignoro si ganaremos alguna final de la UEFA o es que el máximo esplendor se reserva a alguna presencia peculiar en una final futura de la Champions. Ya es difícil encontrar a un club que llega a dos finales...y las pierde desde los once metros. Pero el Espanyol es diferente y tiene que llevarse su buena dosis de "pupas".

Sin embargo, la situación es diferente. La noche de ayer quedará como un episodio triste en la historia espanyolista pero no tendrá ese punto de frustración que aún embarga a la entidad. Aquél fue un fantasma que llevó al mayor período de inestabilidad deportiva del Espanyol en los últimos tiempos: una temporada para olvidar y que acabó en descenso, otra para ascender, tres temporadas en Primera con el pie resbalando con el abismo y , de nuevo, descenso. Leverkussen se extinguió cuando el Espanyol empezaba a ser grande con Camacho. En esta ocasión, el Espanyol estará pendiente de su evolución en la temporada 2007/08. Algunos se irán pero será fundamental acertar con los jugadores.

Con todo, Glasgow sólo debe mostrar el verdadero camino, la fuerza necesaria para ser grandes. Fue el dominador del juego ante un Sevilla desconocido y, cuando se quedó con diez, se mostró con una solidez inaudita. Es cierto que el equipo apenas llegó a portería pero el Sevilla tampoco es un equipo pequeño-ante otro rival menor quizás no se notaría la ausencia de Moisés pero ante el Sevilla de este año era de esperar que se sufriera-, además tuvo la fuerza para lograr el empate a dos. El destino iba a ser cruel con el Espanyol-perder a los penalties de nuevo- pero le reservó ese último "arrebato" de fuerza para terminar imbatido después de casi 1.400 minutos de esta UEFA.