Cara atónita
Ante todo, confieso que nada supe del encuentro jugado ante el Betis hasta última hora. Por mi afición a la petanca, tuve una de esas partidas gloriosas en las que te puedes permitir el lujo de retar a los "papis" de la criatura, los franceses...y ganarlos. Cuando se encendió la radio del coche pude escuchar, en el asiento trasero, gozoso el resultado de 0-2 en el Ruiz de Lopera. Estaba tranquilo porque era un buen resultado para olvidar el 0-1 del Valladolid. En ésto, cuando me fui del coche y subía en el ascensor tuvo que pasar de todo. Cuando volvía a encender la radio, el 0-2 se había transformado dolorosamente en 2-2. Dos puntos volaban y dejaban lo que podría haber sido un buen resultado en una desagradable anécdota.
A veces, se da una curiosa paradoja: si se fuera ganando 0-1 quizás se hubiera ganado pero, en ocasiones, la victoria momentánea por dos goles es más fácil de remontar que la victoria mínima. Sí, es extravagante y me mirarán con una cara igual de atónita que cuando hemos sufrido el empate a dos. Ello se debe a que con 0-1 el equipo juega más concentrado y trata de evitar el fallo, incluso tratando de asegurarse el control del balón; por el contrario, con 0-2 ya no es tanta la tensión- de cara a la galería, no, pero, subconscientemente, hay una cierta tendencia a creer que la victoria está hecha. En teoría juegas tranquilo en los contraataques pero un gol del rival, si no lo controlas a tiempo, acaba convirtiendo al equipo rival en un coloso crecido y con moral ante otro con cierto temor: quieren controlar el encuentro pero, para comenzar, no se encuentran a un equipo toado sino confiado en remontar. Por ello, con 0-1 quizás el partido se hubiera ganado pero, bueno, ya no hay más que decir: como positivo, parece que las cosas van mejorando poco a poco(2-2 en Sevilla a diferencia del 3-0 en La Romareda); como negativo, esperar que el empate a dos no les presione y que valoren que han podido tener la victoria a tiro. Ya llegará el tiempo en que los puntos sean fundamentales. Por el momento, lo que importa es que los jugadores crean en la victoria