Un partido sin igual
En sí, es un partido de los que vale la pena realizar por un bien solidario. Además se aleja, afortunadamente, del tópico "toreros vs. artistas" como en el homenaje a Jesús Gil(aparte del partido importante). En esta ocasión, el encuentro es para nostálgicos: Espanyol UEFA's team-1988 contra el Espanyol Copa del Rey's team-2000. Es decir, el equipo que estuvo a un paso de lograr la gran gesta de ganar un título contra otro que sí logró ganar la Copa del Rey doce años después(además de la sensación de que en unos años este encuentro será entre los campeones de la edición del 2000 contra los del 2006).
Obviamente, la edad de quien vea este partido será fundamental para tomar más cariño por un equipo que por otro. Quizás los más jóvenes vayan con el del 2000 si bien no es tanto la rivalidad sino la oportunidad de ver a aquellos de los que tanto han oído hablar en casa y, seguramente, habrán visto en los videos de aquellos encuentros a los que su padre iba a Sarrià. Para los de media edad-como es mi caso- que vivimos esas noches de euforia en directo, sea en el estadio, sea delante de la televisión, es inolvidable y el corazoncito irá con esos Orejuela, Zuñiga, Lauridsen, Marquez y, lógicamente, con aquel que hizo, con una intervención maravillosa en el Mundial del 82 y luego fichando por el Espanyol, que yo ahora esté escribiendo sobre este equipo del que me aficioné hace 24 años: N'Kono.
Esa UEFA, que fue la primera ocasión que veía a mi equipo por Europa,la seguí desde el principio: sorteo en agosto en el que nos tocó con el Borussia, el primer partido en Alemanía con ese tanto de Pineda, la sorpresa que me llevé cuando volví del colegio y me enteré que el Espanyol había vencido al todopoderoso Milán en casa del italiano, ese partido en San Siro ante el Inter y el partido de casa, la decepción de Brujas, la victoria arrolladora ante el equipo belga en la prórroga y el partido de ida ante el Bayer. Me pasé las dos semanas previas al partido de vuelta con una copita del rey que tenía de llavero que gané en una feria, dando por hecho el triunfo. La derrota en Alemania fue un palo, quizás la única vez que derramé alguna lagrimilla que otra y que sirvió para darme una lección...que luego usé en el 2000
Porque esa final de Mestalla fue diferente. Quizás para no sufrir otro desengaño, decidí dar por perdida la final de antemano: no quería sufrir y la mejor opción era esa...pero duró poco porque Tamudo puso por delante al Espanyol de forma vertiginosa. El encuentro se me hacía largo, esperando que terminara-más tras la expulsión de Nando-; sin embargo, un minuto fue suficiente: expulsión alocada de Santi y, breves instantes después, el gol de Sergio daba ya alas. Pero el Espanyol también es sinónimo de sufrimiento y el tanto de Hasselbaink creó un cierto temor a un último arreón del llanero solitario holandés provocando la temible prórroga mas sus compañeros seguían groguis y no fueron a por el balón: era el claro indicativo de que el Atlético, descendido a Segunda semanas antes, no creía en sí mismo desde el primer día.
Esperemos que los asistentes disfruten del encuentro de esta tarde y que revivan noches de gloria
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