¿Será bueno descender?

Obviamente, la respuesta parecer ser que no pero...

Económicamente es un lastre salvo milagro.Sin embargo, ese "milagro" pasaría porque las instituciones, por una vez en la vida, ayudasen al club a evitar ciertos peligros.Ahí es donde espero la mano del "Molt Honorable" José Montilla. Supongo que tendrán un contrato con Mediapro que dará aportaciones diferentes según la categoría en la que esté a parte del pastel que se reduce. Eso implicará la obligación de vender jugadores a saldo o siendo conscientes de que somos la parte débil de una negociación a tres(jugador, equipo comprador y vendedor). Como no, será el momento de tener que echar mano de la cantera como ocurrió en su día cuando salieron Roberto o Lardín.

Socialmente es un palo y sólo espero que Cornellà, nuestro deseo, no acabe siendo nuestra puntilla. Espero que la ilusión de la afición por estrenar nuevo estadio le haga reconsiderar que es el momento de apoyar al equipo aunque sea en segunda división. POr lo demás, nunca comprenderé porque hay una masa de 20000 personas que van al campo solo si hay promoción. Desconozco el número de socios; hace unos años creo que se superó los 30000 pero pocas veces se ve esa cantidad en Montjuïch(cierto que algunos no van...como si van otros que no lo son)animando al Espanyol. Aún me acuerdo de las imágenes de un Sarrià pletórico el día del Cádiz(93/94)

Deportivamente. Otros aficionados quizás hayan visto los otros dos descensos pero yo he visto los dos últimos. En el primero(88/89), una pésima vuelta impidió que los esfuerzos de Pichi Alonso-García Andoain dieran sus frutos desde el cese de Clemente en la jornada 22ª hasta el final de temporada; se evitó el descenso pero no la promoción en la que se cayó con el Mallorca. El ascenso fue cogido con los dedos, una promoción igualada y por penaltis se subió. Las tres temporadas siguientes fueron un suplicio continuo que acabó con otro descenso mucho más doloroso sólo por recordar ese final de temporada que le llevó de una vida tranquila a una promoción casi con visos de derrota anticipada.La llegada de Camacho dio nuevos bríos y se notó en un ascenso de calle, un sexto y la UEFA en tres años inolvidables. El descenso, de producirse, debería darnos la imagen de quienes están, en teoría, implicados en el proceso de recuperar la categoría perdida y la marcha de los que no. ¿Se debió reconsiderar el junio pasado?Nadie lo niega pero al no hacerse, se debe mirar ahora con lo positivo de que ya no está el responsable de la confección del equipo. Se debe mirar, remirar, buscar hasta encontrar los jugadores idóneos aunque deba prevalecer la lucha y tener muy bien el "coco". Son varias temporadas siguiendo la Segunda División para comprender que, a lo largo de la temporada, hay muchas cosas que pueden variar.

Los padres suelen decir que un suspenso merecido es mejor que un aprobado raspado,injusto, porque obligan al alumno a asumir que tiene que cambiar su actitud. Salvar la categoría,a estas alturas, sería terrorífico a medio plazo.¿Por qué? Porque sería tal la gesta(7 victorias en 10 partidos) que se volvería a olvidar la necesaria reorganización de este equipo. Obviamente, la valoración de un descenso sólo se podrá hacer desde la distancia en el tiempo. Por ejemplo, el descenso del 93 fue lo mejor porque acabó de relanzar al club desde abajo pero eso sólo se supo tres años después de bajar.