El alma en vilo
Como era de esperar, la visita al Nou Camp acabó como casi siempre: derrota. De vez en cuando llega un buen empate como el del año pasado pero ese partido fue largo, no como el de ayer: a los veinte minutos ya estaban "out". Tuvieron alguna ocasión de más pero ese Espanyol sufre "algo" explicable: salen "acollonits" desde el primer minuto al último. La oportunidad de ganar en el Camp Nou se ha de aprovechar en cuando llega porque nunca se sabe cuando llega la siguiente opción: aquel disparo lejano de Lardin que hubiera puesto el 1-2 en aquella histórica 95/96 o en la siguiente temporada cuando un par de topos golpearon de cabeza a ras del césped en penoso estado para que el balón hiciera extraños a Toni y remontar en cinco minutos finales el inicial tanto de Lardín. Después de eso, la misma historia: los valientes pericos que van al Camp Nou con el sueño de ser uno de los provilegiados de ver un triunfo que alcanzará cotas de hazaña mientras que los que no vamos, sea por un motivo o por otro, sufrimos hasta que llega el 1-0, el resto de la historia se sabe.
Ahora será ocasión de rezar y hacerlo mucho para que la Pilarica remate como sea todos los balones centrados de Savio, le dé el pase de la muerte a Ewerthon para que marque. Porque, hoy por hoy, dependemos de que otros equipos no ganen(Betis, Racing,Alavés,Cádiz)y echar el cierre a una temporada de sufrimiento excesivo.
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