Diferencias

Este es el Espanyol que deseamos ver. Hacía muchos años que los periquitos no se iban con la cabeza bien alta del estadio del Robo, el único lugar donde te atracan con absoluta impunidad. No ganamos en el sentido de los tres puntos pero la alegría sí vale por tres. Una cierta sensación de que ese gol, dentro de lo que cabe, hacía justicia a lo que pasaba en el terreno de juego.

El gol de Tamudo, perfecta combinación con De la Peña-sí, muy triste se le vio a Iván por quitarle la liga al Barça cuando fue el primero en alzar los brazos cuando el árbitro pitó el final del partido- daba algo de ilusión pero también era cierto que, en algunas temporadas nos poníamos por delante para después remontarnos. Sin embargo, llegó el empate a uno...de la única manera que lo hace el Barça: con tal ayuda arbitral que ríete de la corrupción en Italia. Fue vergonzoso en todos los sentidos: el robo, el descaro y, sobre todo, el mosqueo con ciertos periodistas al hablar de pillos. No. Para pillo bueno, como decía Tomás Guasch, está Tamudo, para pillo malo está Messi.

El 2-1 era algo que nos temíamos después de la gran estafa del empate...pero llegó el Espanyol para recordarles que para "trauma del Tenerife" están ellos para incordiar al Barcelona. El gol fue el justo merecido que el destino le tenía reservado esta temporada por tan mala suerte ocurrida hace unas semanas.

Eso sí, el marco para hacer historia es imborrable...y hasta el mismísimo Marañón se merecía que su record desapareciera nada menos que en el Camp Nou en la noche en la que el Espanyol le haya podido dar la liga a su otro equipo.

Pero eso no debe ocultar algo muy grave: el fútbol en España está corrompido absolutamente. Vale que no tenga pruebas al estilo Moggi pero basta ver como dan el gol a Messi como para pensar mal...y sólo es un ejemplo de los tantos que existen de robo descomunal y descomposición de la liga. Sólo queda un año de Villar...ojalá venga alguien que termine con estas ayudas vergonzosas.